Business Class

Todos hemos oído esa historia que le pasó al primo del amigo de una amiga. Eso que cuentan de que en el último momento de embarcar en el avión te ofrecen ir en clase Business así por la cara porque esa parte del avión va muy vacía y hay que compensar peso. Por eso o, simplemente, porque es una forma de que la compañía aérea en cuestión se promocione regalando experiencias en bussiness.
Bueno pues confirmo que SÍ, que esas cosas pasan de verdad.

Nos ocurrió en el viaje de vuelta con Emirates de Indonesia a España, en el segundo vuelo:
Dubai-Madrid.


Después de un mes en Indonesia durmiendo en hostels o homestay y comiendo en puestos callejeros, esta experiencia fue un choque brutal en lo que a comodidades se refiere.


Dábamos bastante el cante de que nos habían colado allí; no paramos de alucinar con todo y hacernos fotos en las 8 horas que duró el trayecto. 
Asientos amplísimos que se convierten en cama, tele XL, mantas que abrigan un montón, carta de vinos, de zumos, de mojitos, camareros que vienen constantemente para ver si quieres algo...




Y aquí es cuando Raúl descubrió el mando que controlaba los masajes del asiento.

Carta con multitud de platos para elegir.
Si dudas entre dos postres y no sabes cual pedir... no problem. Te sacan los dos y problema resuelto.

No nos pega, pero pensamos que podríamos acostumbrarnos a esta forma de viajar jaja. 
Buen fin de viaje, un 10 para Emirates!

Eso sí, un billete así cuesta unos 2.000 euros y nosotros pagamos poco más de 200 por este trayecto en clase turista, así que, o volvemos a tener otro golpe de suerte, o dudo mucho que volvamos a vivir este lujazo.

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