Un viaje por la región de los Tana Toraja (tribu ancestral del centro de Sulawesi) es como introducirse en un documental cultural de lo más impactante. Los arrozales en terraza, donde los agricultores trabajan junto a sus búfalos, están salpicados por casas enormes con elaboradas pinturas y tejados en forma de barco.
Durante unos días recorrimos gran parte de esta región en moto. Muy seguro y recomendado.
La tribu tiene muchas tradiciones pero la principal es toda la parafernalia que montan en torno a los funerales.
La vida para los Toraja gira en torno a la muerte. Se pasan toda la vida ahorrando el dinero necesario para enviar a sus muertos al más allá como es debido. Sin los ritos funerarios adecuados, el alma del difunto provocará desgracias a su familia por lo que muchas se arruinan con el funeral y tardan años en volver a recuperarse. Esto crea la curiosa situación de que para enterrar al siguiente fallecido de la familia pueden pasar varios años y así se pueden acumular unos cadáveres con otros (el cadáver lo guardan en casa hasta entonces).
Una invitación para visitar al fallecido es todo un honor. Si se acepta, no hay que olvidar dar las gracias al difunto y pedirle permiso para marcharte, como se haría con un anfitrión vivo.
Las ceremonias