Para leer el post del primer día sobre las tradiciones funerarias de los Toraja pincha en este enlace.
Muchos niños de camino al cole. Hacen varios km andando por cuestas interminables.
Llegamos también a una aldea en la que había muchísimas motos aparcadas. No sabíamos ni qué pasaba ni dónde estábamos!
Aparcamos la moto y entramos a la aldea...
otro funeral.
Se acababan de cargar a 6 bueyes y 2 cerdos. Uno de los grandes momentos del funeral.
Compramos unos cigarrillos, nos acercamos al palco central y se los ofrecimos a los familiares del difunto.
(Es importante darles algo para ser bien recibido, esto lo fuimos descubriendo sobre la marcha).
Muy agradecidos nos dieron paso al "espectáculo".
Nos costó perdernos y encontrarnos en el mapa unas mil veces pero finalmente llegamos a Kambira.
Cuando un niño o bebé muere, conservan su cuerpo en los troncos de los árboles.
Hacen un hueco en el tronco y depositan el cadáver de pie. Luego lo tapan tal y como se ve en la foto de forma que ahí no se ve nada.
Según la creencia de los Toraja, colocan a los niños de pie para que así su alma crezca junto con la del árbol.
Quedamos con Reski y Natalia, las dos estudiantes que conocimos el día anterior y que se convirtieron en nuestras improvisadas guías. No hablaban muy bien inglés pero gracias a ellas descubrimos poblados lejanos que seguramente no hubiésemos descubierto por nosotros mismos.
Ellas con su moto y nosotros con la nuestra visitamos gran parte de la región Toraja.
Existen pocos mapas de esta región y no son muy exactos tal como nos iba diciendo el GPS del móvil que se volvió loco en Sulawesi. Así que pido disculpas por la falta de rigor en este post ya que no sé los nombres de la mayoría de los lugares que visitamos porque a parte de esto, no hay ni una sola señal por ningún lado y la gente no habla inglés.
Kete Kesu (a 5 km de Rantepao) es quizás el lugar más turístico de la zona por su fácil acceso. Los días anteriores había habido un funeral y estaban limpiando los animales sacrificados. Kete Kesu es famoso por
sus tallas de madera, por los graneros tradicionales con el tejado en barco y también por sus tumbas colgantes.
Desde Kete Kesu se llega andando por un sendero hasta Sullukang y Palatokke.
Siguiendo con las tradiciones tribales que giran en torno a la muerte...una vez realizado el funeral, depositan el cuerpo en un ataúd. Los ataúdes en descomposición están suspendidos sobre vigas de madera bajo un saliente en paredes de roca. Otros, llenos de huesos y cráneos se descomponen en montones estratégicamente colocados.
Excepcionales guías improvisadas!
Por aquel entonces, eran estudiantes que chapurreaban un poco de inglés.
Actualmente (2018), Natalia Tangke es guía turístico en la zona Toraja.
Podéis contactar con ella por Whatsapp +62 822 9236 6937
En Instagram la podéis encontrar como natatangke
Natalia y Reski nos propusieron ir a una zona montañosa de los Toraja. Más de una hora en moto por carreteras empinadísimas hasta que llegamos a este lugar.
Impresionantes arrozales en terraza. Las fotos no hacen justicia.
Las fotos de los arrozales de Bali son más bonitas pero, en cambio, esta zona era mucho más espectacular.
Mereció la pena llegar hasta allí.
Vuelta a Rantepao y emocionada despedida de nuestras amigas indonesias: Natalia y Reski, con las que, años después, seguimos teniendo contacto.
DÍA 3:
Ni idea de qué aldea era esta pero llegamos de casualidad tras un buen rato en moto desde Rantepao hacia el Oeste.
Nuevo golpe de suerte. Funeral a la vista!
Esta familia era bastante más modesta que la que vimos el primer día. La gente aquí se mostró más desconfiada con nosotros y nos dijeron muy serios que NO a varias fotos para las que pedimos permiso. Aún así muy amables por dejarnos estar con ellos durante los rituales (yo me iba cada vez que mataban a algún bicho).
Muchos niños de camino al cole. Hacen varios km andando por cuestas interminables.
Llegamos también a una aldea en la que había muchísimas motos aparcadas. No sabíamos ni qué pasaba ni dónde estábamos!
Aparcamos la moto y entramos a la aldea...
otro funeral.
Se acababan de cargar a 6 bueyes y 2 cerdos. Uno de los grandes momentos del funeral.
Compramos unos cigarrillos, nos acercamos al palco central y se los ofrecimos a los familiares del difunto.
(Es importante darles algo para ser bien recibido, esto lo fuimos descubriendo sobre la marcha).
Muy agradecidos nos dieron paso al "espectáculo".
Y bueno... aquí estuvimos un buen rato alucinando bastante con el panorama.
En las labores de despellejar a los bueyes participan todos los asistentes varones.
Los niños se lo pasaban pipa correteando entre los bueyes muertos y saltando en los charcos de sangre con esas chanclas.
Festival Toraja.
En otro poblado paramos a comprar unos batiks (telas) típicos de los Torajas.
Paradas a respostar y niños de la tribu que venían corriendo a saludarnos.
Otra aldea perdida en el camino.
Preciosas estampas que nos hacían detener la moto y parar para disfrutar del momento y hacer unas fotos.
Nos costó perdernos y encontrarnos en el mapa unas mil veces pero finalmente llegamos a Kambira.
Kambira está al Este de Makale y. además de ser un paraje natural que quita la respiración, es un cementerio de bebés y niños de la tribu Tana Toraja.
Y la verdad es que es un lugar precioso que para nada da mal rollo ni tiene pintas de ser un cementerio en sí.
Cuando un niño o bebé muere, conservan su cuerpo en los troncos de los árboles.
Hacen un hueco en el tronco y depositan el cadáver de pie. Luego lo tapan tal y como se ve en la foto de forma que ahí no se ve nada.
Según la creencia de los Toraja, colocan a los niños de pie para que así su alma crezca junto con la del árbol.
Gracias por la hospitalidad recibida, hasta siempre Torajas!
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