Chefchaouen y Tánger


Edad de Olivia durante el viaje: 18 meses.


Viajar al norte de Marruecos con un bebé, no solo es posible, si no que supone una experiencia increíble! Buenas carreteras y sensación de calma y seguridad. Repetiríamos sin duda.


En la Nochevieja de 2018, volamos a Tánger y de ahí viajamos por carretera hasta Chaouen donde pasamos 4 días y, a la vuelta a Tánger, aprovechamos el día que nos quedaba para conocer la ciudad.



ANTES DE IR ES IMPORTANTE TENER PREPARADO:

- Pasaportes con una validez mínima de 6 meses. Para viajeros procedentes de España, no se necesita visado.
- Moneda: como en cualquier país con moneda propia, es recomendable llevar algo de dinero ya cambiado desde España. Es cierto que en los aeropuertos se puede cambiar dinero nada más llegar, pero resulta bastante caro. En muchos sitios aceptan el euro como moneda de pago, pero te hacen el cambio que a ellos les da la gana así que lo mejor siempre es llevar la moneda local.
El cambio oficial es 1 Euro =   unos 10 Dírhams


Y si vas a viajar con un bebé...

- Portabebé: en Chaouen es imprescindible (hay muchísimas escaleras que hacen inviable ir con un carrito). En Tánger sí se puede ir con carrito aunque hay que tener en cuenta que las calles de la medina son empedradas. Para este viaje porteamos con uno de la marca Indajani que nos prestó mi amiga Bei, es comodísimo y abrigadito. De hecho, lo compraremos para el peque que viene en camino.

- Pañales: en grandes ciudades puedes encontrar con facilidad. En Chaouen no vimos. Nosotros los llevamos desde España,

¿CÓMO IR DE TÁNGER A CHAOUEN?

Se puede ir, o bien desde el centro de la ciudad, o bien desde el aeropuerto. Nosotros optamos por la segunda opción, ya que preferimos dejar la visita a Tánger para la vuelta. 

El trayecto dura unas 2 horas y media.

- Desde la ciudad, En la estación de buses se pueden sacar los tickets por unos 40 dirhams (unos 4 euros) y hay varios al día.
Para ir hasta Tánger desde el aeropuerto, que queda a unos 11km, el bus son unos 2 euros - nuestra opción para a vuelta- o unos 20 euros ir en taxi. 

- Desde el aeropuerto no hay buses directos a Chaouen así que fuimos en taxi. Es la opción más cara pero también la más cómoda y, ya que íbamos del tirón después del viaje desde Barcelona, valoramos la comodidad por encima de lo económico. Tanto si se va desde el aeropuerto como desde la ciudad, el precio de contratar un taxi es muy similar, ronda los 600 dirhams (unos 55 euros). Siempre, como todo lo que se contrata en Marruecos, hay que pactar precio antes. En nuestro caso, contratamos el taxi a través del alojamiento en Chaouen.

Los asientos de seguridad para niños brillan por su ausencia pero la carretera es bastante buena (aunque reconozco que, como padres primerizos, sufrimos un poco). Mi hija disfrutó mucho de ese trayecto en el que se movía con total libertad por el coche.😅 



AL FIN... CHAOUEN!! Qué ganas le tenía a este destino! 


Chefchaouen, o Chaouen, pequeña ciudad marroquí de ensueño entre las montañas del Rif, es conocida por los tonos azules que inundan sus calles. 




ALOJAMIENTO: desde que viajamos con la peque, ya no nos vale "cualquier cosa", así que me tomé bastante tiempo mirando hostel. Finalmente, me guié por la recomendación de Sele de "El Rincón de Sele". Sigo hace años su blog, que me parece una maravilla y contacté con él. Me animó un montón a conocer Chaouen y, concretamente a que nos alojásemos aquí:

Casa Perleta (link con enlace) fue nuestra casita en Chaouen. Buena atención, comodidad y detalles cuidados. También disponible en webs de reservas tipo Booking.
El contacto directo con ellos es ideal porque hay una persona que habla español.
3 noches con alojamiento y desayuno nos costaron 150 euros. Piden un 30% de la reserva por adelantado y el resto se paga allí.

Ubicada en la calle principal que bordea la Medina por arriba (hay 5 puertas para entrar). Es posible llegar con el coche prácticamente hasta la puerta. 

De esa calle hacia abajo todo son escaleritas, por lo que cualquier alojamiento situado en esa calle principal podría ser una buena opción. 
Lo mejor es alojarse dentro de la Medina, en la calle principal que la rodea.


Llegamos a última hora de la tarde y nos recibieron con té y pastas. Tienen una terraza espectacular en la azotea donde sirven comidas y cenas, pero ese día (que era Nochevieja) cogí frío y les pedimos si nos podían traer la comida a la habitación para estar más calentitos.

Esta fue nuestra cena de despedida del 2018.

A la mañana siguiente, recibimos al 2019 con un solazo y un desayuno completísimo en la azotea de Casa Perleta. ¿Se puede empezar mejor un año?

VISITAR CHAOUEN

Solo diré: CALLEJEAR Y CALLEJEAR por la Medina. Tomar zumos de naranja recién exprimidos como si no hubiese un mañana, entrar a tiendecitas de artesanía, deleitarse con la alucinante gastronomía marroquí y, en nuestro caso... perseguir a Olivia que se iba corriendo detrás de cada gato que veía.



Lo mejor de la Medina de Chaouen es que es pequeñita (por lo que es difícil extraviarse) y muy acogedora: calles imposibles llenas de escaleras y recovecos cuyo denominador común es ese fantástico color añil que ha hecho de Chefchaouen un lugar mágico.  


Chaouen fue una ciudad sagrada del Islam durante muchos años y se prohibía la entrada a extranjeros. Esto favoreció la conservación de su estructura medieval y del reflejo de cómo vivían los bereberes. 
Pese a su fama de ciudad ultrareligiosa y anticristiana, la realidad es que sus habitantes son súper hospitalarios y muy amables. Todo el mundo nos trató fenomenal y nos pareció un lugar de lo más tranquilo.
                        
Estas son las plazas principales de Chaouen: a la izquierda Outa el Hamman (con muchísimos restaurantes locales); a la derecha El Haouta



     Nos gustó este sitio para comer o picar algo. Sencillo, económico (unos 4 euros por persona) y con unos tajines, que aunque modestos, son muy ricos. Fue una opción muy cómoda para ir con una niña de año y medio ya que, aunque mi hija se comía el cuscús y los tajines muy a gusto, siempre se agradece tener sabores más habituales para nosotros. Fácil de localizar porque hace esquina en la plaza principal. ChefChaouen es bastante turístico y muchos los restaurantes tienen la carta en español (tipo esta) y comida internacional. Por esto, también a veces apetece encontrar lugares más auténticos y 100% marroquíes. Aquí los mejor valorados:

  • Lala Mesouda. Pequeño restaurante ubicado entre callejuelas de la Medina, que no es de extrañar que sea uno de los número 1 de la crítica.
  • Restaurante Sofía. Un clásico de la ciudad con un ambiente relajado y una carta llena de delicias marroquíes.
  • Aladdin. Es uno de los preferidos por todos los visitantes de la ciudad, sobre todo por sus preciosas vistas a la Medina. Tiene una carta muy variada (unos 12-15 euros por persona) y también es una muy buena opción para tomar un buen té con vistas.
Se cree que el color azul lo «pusieron de moda» los judíos al querer simbolizar con él el color del cielo, aunque en la práctica su función, aparte de la estética, es higiénica ya que espanta a los mosquitos.


















Recomendamos una miniexcursión hasta lo alto del mirador de la muralla que está a las afueras de Chaouen. Desde aquí se tienen unas bonitas vistas de la ciudad y las montañas que la rodean. 
Había personal de seguridad tanto por el camino de tierra como en la zona alta de la muralla.






Nos despedimos de Chaouen. 
Echaremos especialmente de menos la tranquilidad de sus calles azules al atardecer y los riquísimos desayunos en la terraza de casa Perleta.


La guía de la foto de la derecha forma parte de nuestra gran colección de
 "Guias de viaje perdidas por el mundo"😅
Esta concretamente nos la dejamos olvidada en el hotel de Tánger.






Y COMO DESTINO FINAL... TÁNGER

Después de cuatro días deleitándonos en Chaouen, volvimos en taxi a Tánger para aprovechar el día y medio que nos quedaba de viaje y conocer la ciudad.

ALOJAMIENTO: Quisimos alojarnos dentro de la medina, pero realmente casi cualquier ubicación hubiese sido buena porque Tánger se puede recorrer a pie y es bastante accesible. 
A la medina no se puede entrar con el taxi pero hay muchas entradas y todo queda a un paseo.


Ya conocíamos ciudades como Marrakech o Essaouira, y la verdad es que Tánger se aleja bastante del concepto de "ciudad tradicional marroquí". Su Medina no tiene el impacto de otras que conocemos. Me pareció una ciudad bastante "europeizada" y quizás una buena opción para viajeros que quieran sumergirse poco a poco en un destino exótico.
La Kasbah, o Alcazaba es la zona alta de la ciudad y tenía una función defensiva. Quizás sea lo más interesante de la ciudad. Está rodeada por murallas y tiene unas bonitas vistas a la bahía. En ella se encuentra el Palacio del Gobernador.
La Plaza 9 de abril es el punto central de la ciudad, a su alrededor hay varios zocos y la mezquita principal.



Tánger no nos deslumbró, pero fue una buena opción para descansar un día antes de coger el vuelo de vuelta a España.

En cualquier caso, viajar a Marruecos siempre es un buen plan!

Confiamos en volver por tercera vez algún día... aun nos queda mucho por conocer de este acogedor país de nuestro continente vecino.

Shukraan!!

2 comentarios :

  1. Cuanto tiempo Gema, ya ves como cambia la vida... y los viajes, me guardo tu post, he estado en Marrakech y Fez pero esta zona la tengo pendiente y ya veo que es muy chula, me alegra que estés bien, saludos viajeros.

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  2. Hola, Raúl!! qué bueno saber de ti! Miraré tu blog, a Fez le tengo muchas ganas.
    La verdad que la zona de Chaouen es súper bonita, otra cara de Marruecos que merece la pena.
    Saludos!! y que pronto podamos viajar como antes...

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