Hi Borobudur!

Junto con Angkor (Camboya) y Bagan (Myanmar), Borobudur pertenece a ese exclusivo ranking de templos asiáticos a lo bestia que pueden dejar a uno sin respiración.
Es el monumento budista más grande del mundo y, lo confieso, uno de mis principales motivos para viajar a Indonesia.

Viajamos desde Jogyakarta con el bus público que tarda 1 hora y cuesta 20.000 rupias (poco más de 1 euro). Es bastante curioso el hecho de que sea tan sencillo ir a Borobudur por libre y en cambio, todo el mundo vaya con excursiones organizadas que, a parte de ser mucho más caras, hacen que te pierdas el encanto que supone viajar en transporte público.

¡Y para qué van a gastar en aire acondicionado pudiendo abrir las puertas! 
Consejo viajero: sentarse cerca de
una de ellas. Hace calor, muuuucha calor.

Decidimos ir el día de antes para dormir allí y al día siguiente madrugar para ver el amanecer desde lo alto del templo. Las opciones de alojamiento en Borobudur son pocas y nada baratas. Reservamos el día anterior en Booking el "hotel Cempaka" y por unos 14 euros por persona dormimos en frente de la entrada a Borobudur; incluía el desayuno que te lo sirven cuando vuelves de ver los templos sea la hora que sea. Llegamos por la tarde y aun nos dio tiempo de visitar los alrededores.

Dos opciones para visitar Borobudur: o bien ir cuando quieras con la marea de turistas, o bien madrugar y plantarte allí a las 5 de la mañana. Optamos por la 2ª opción, la cual también implica pagar más porque las taquillas no abren hasta las 6 de la mañana. 
Para ir a las 5 de la mañana no hay que pasar por la taquilla, sino ir al único hotel que está dentro del recinto y pagar en recepción la "entrada especial" por 380.000 rupias (26 euros). Junto con la entrada te prestan un batik (tela típica que se pone a modo de falda e indica respeto por la cultura budista) y una linterna que devuelves a la salida en la cual, además te invitan a un café y un snack en el bar del hotel con unas vistas alucinantes al templo.
Para los que se alojan en el hotel la entrada es más barata perooo el hotel tenía pinta de ser muy caro.

Hi Borobudur... ya estamos aquí!
Subir hasta arriba de noches y buscar con la luz de la linterna un punto estratégico para sentarte y disfrutar de toda la belleza que va apareciendo ante tus ojos con las primeras luces del día... es IMPRESIONANTE.




Borobudur fue construido entre los años 750 y 850. Tiene 6 plataformas cuadradas y arriba 3 circulares. Está decorado por unos 2600 paneles en relieve y más de 500 estaturas de Buda. Es todo un santuario y lugar de peregrinaje.

Otro de mis sueños viajeros cumplido :)

En el paseo por cada uno de los pisos se pueden ver las paredes grabadas con imágenes sobre la historia del budismo: las leyes del karma, el nacimiento de Buda, la historia del príncipe Siddartha...

En el interior de cada una de las dagobas hay Budas.
Borobudur no solo es este templo... a su alrededor hay algunos "minitemplos" que apenas atraen a los turistas. Cogimos unas motos y nos acercamos hasta uno próximo que, aparentemente estaba medio destruído y no tenía nada pero nos dejó impresionados al entrar y ver a un Buda gigante en su interior. Mereció la pena descubrirlo.

Las tiendecillas de los alrededores son de lo más entretenido si te gusta regatear.

Para volver a Yogyakarta volvimos a coger el bus público. Viaje inolvidable apiñados entre sacos de maiz y gallinicas.
Al igual que me sucedió con Angkor, me declaro completamente enamorada de este lugar.
Imposible compararlos, imposible elegir. 
Ambos lugares son totalmente distintos y ambos merecen mucho la pena.

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