Nos alojamos en la bellísima Antigua, mundo tranquilo de sensaciones, mercadillos....
...arquitectura colonial...
... volcanes, casitas de colores...
incluso los cementerios son de colores!
Nos alojamos en casa de una familia local durante las dos semanas que duró el voluntariado. La mejor forma de conocer la cultura y la gastronomía local.
en casa de Lucrecia le dimos buen uso a la mosquitera.
De las dos semanas que viví en Antigua no pasó ni un solo día en el que no saliera a pasear por sus calles. Todo un regalo para los sentidos. Uno de los sitios más bonitos y especiales en los que he estado.
no hay ni un solo semáforo, en su lugar, bastante gente controlando el tráfico con cartelitos de ALTO y SIGA
descubriendo la Bodegona. Todo es carísimo teniendo en cuenta que el sueldo medio son unos 150 euros (1500 quetzales) y que encima ellos producen casi el 100% de lo que venden...
cientos de artesanos por todos lados, pero para mi, nada tan bonito como las telas, manteles, cubiertas, cubremesas...
plátanos multicolores en casa de Lucrecia
Iglesia de la Merced
subida al Cerro de la Cruz
Antigua a nuestros pies, al fondo el volcán Agua.
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