Destinos que viven por y para el turismo a mi personalmente me aportan muy poco, era el motivo por el que la isla de Bali no entraba en los planes de ruta.
Finalmente vinimos de rebote dado que la excursión al final del viaje a Java incluía el ferry aquí.
Y ya que estábamos, decidimos darle una oportunidad y explorar el Bali rural y auténtico a nuestro aire con una moto.
La verdad es que solamente por recorrer las aldeas desconocidas y terrazas de arrozales perdidas de la zona que queda al norte de Ubud mereció la pena el paso por Bali.
Eso sí, imprescindible alquilar la moto para HUIR, literalmente, del circo turístico de la famosa Península de Bukit, Kuta y Legian. Horror, ni volveremos ni lo recomendaremos.
Comienzan las entradas sobre Bali.
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